¿Recuerdan ustedes qué estaban haciendo a sus 12, 14, 16 años de vida? Su respuesta es, posiblemente, que ¿estaban en el colegio?, ¿practicando un deporte?, haciendo parte de algún grupo de amigos, jugando, aprendiendo, soñando con su futuro. Cualquier cosa, menos estar casados o pensando en su matrimonio. Sin embargo, para millones de niñas en Colombia, esta realidad se ve truncada por la práctica nociva del matrimonio infantil, una forma de abuso que sigue siendo tolerada bajo pretextos culturales inaceptables.
Es una cruda realidad: según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) de 2015 – encuesta que apenas se va actualizar este año- más de 2.5 millones de mujeres en Colombia, entre 20 y 49 años, se casaron o se unieron por primera vez antes de cumplir los 18 años, una cifra alarmante que equivale al 24% de las mujeres en ese grupo de edad. La CEPAL afirma que los matrimonios y las uniones infantiles, tempranas y forzadas “constituyen una violación a los derechos humanos de los menores, son fenómenos complejos relacionados con desigualdades de género, violencia, abandono escolar, embarazo adolescente y políticas inadecuadas que ponen en riesgo el presente y futuro de niñas y adolescentes”. Escandaloso, por decir lo menos.
En 80 países del mundo, según UNICEF, el matrimonio infantil esta prohibido sin excepciones, entre ellos Alemania, Suecia, Malawi, Zambia, y República Dominicana, por mencionar algunos. La evidencia nos muestra que una niña que vive en una unión temprana o matrimonio infantil, en menos de un año estará embarazada e inmediatamente tendrá otro hijo, concluye la CEPAL . Estas menores y sus hijos están predestinados a la pobreza y a la discriminación estructural.Aún con el consentimiento de sus padres o un juez de familia, el hecho de que un adulto decida por su futuro reafirma que es una niña, lo que se traduce en un abuso.
El Congreso de la República, donde predominan los hombres 154- frente a 54 mujeres – tienen la responsabilidad de votar este miércoles 15 de agosto para proteger a los niñas y niños del país. Y asegurar que no se tenga que vivir en una situación que perpetúa la desigualdad y la violencia. Suena raro e increíble, pero la votación del proyecto de la ley que prohíbe el matrimonio infantil en Colombia esta en riesgo de no ser aprobada. Aún predominan las «disculpas culturales» , las menciones a un «amor genuino entre un adulto y un adolescente» que justifican esta práctica aberrante.
La niñez y la adolescencia son etapas cruciales para construir el proyecto de vida de cada individuo; no podemos permitir que se vea truncada por un matrimonio prematuro y forzado. La prohibición del matrimonio infantil no solo es cuestión de derechos humanos, y va más allá de una postura moral, es una necesidad para asegurar el bienestar y el futuro de nuestras niñas y jóvenes.
Son niñas, no esposas. NO al matrimonio infantil.
María Bibiana Botero Carrera.. Presidenta Ejecutiva Proantioquia… El Colombiano..agosto 2024
Nota: El 17 de agosto de 2024, en la Comisión Primera del Senado fue aprobado el proyecto que elimina el matrimonio infantil, las uniones maritales de hecho y las uniones tempranas (MIUT) en las cuales uno o ambos de los contrayentes o compañeros permanentes sean personas menores de edad. La medida venía siendo presentada desde 2007.