En el proyecto ‘Mü se’si’ la comunidad participará en actividades de siembra, restauración y conservación.
En la Sierra Nevada de Santa Marta serán sembrados 700 mil árboles nativos, iniciativa ambiental desarrollada por la comunidad Arhuaca y que cuenta con el apoyo del Gobierno Nacional gracias al proyecto Müse´si’, del cual hacen parte el Ministerio de Medio Ambiente y Conservación Internacional.
Y será la comunidad la que participará en actividades de siembra, restauración y conservación. También se valora que es en la Sierra Nevada de Santa Marta, uno de los espacios naturales más emblemáticos de Colombia, y encarna uno de los sistemas con mayor biodiversidad de Suramérica. y además es el hogar de los Taironas, indígenas de gran relevancia e importancia cultural, que mantienen una relación tradicional con sus reservas.
“Todos los pasos que damos, los estamos dando junto a las comunidades, respetando sus tradiciones y cultura. Esto genera un sentido de apropiación del proceso y mejora sus posibilidades de sostenibilidad a largo plazo”, explicó el ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa.
Componentes
El proyecto ‘Mü se’si’ consta de cuatro componentes: 1-Conocimiento, mediante talleres de socialización y concertación con las comunidades. 2-Restauración, con la construcción de 445 viveros familiares y el Vivero Comunitario de Gunmaku. 3-Intercambio de capacidades, con la formación a miembros de la comunidad en la construcción y operación de viveros, propagación, siembra y monitoreo del material vegetal, e instrumentos económicos.4- Para garantizar la estabilidad del proceso, la comunidad hará tres mantenimientos a los 700.000 árboles.
Este proyecto le apunta a la cuantificación, el análisis y los resultados de captura de CO2 por medio de las acciones de la iniciativa.
El ministro Correa y la directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen, certificaron 21 viveristas arhuacos que se formaron en viverismo, estrategias de restauración ecológica, ecología de especies a establecer, monitoreo y reporte de información.
La docente arahuaca Lucelis Izquierdo, quien participa en el proyecto, considera que, de esta forma, “estamos fortaleciendo nuestra identidad cultural. Para nosotros los árboles son sagrados, allí viven los animales, la naturaleza es la poseedora de los conocimientos y de la vida humana, animal y vegetal. Estoy segura de que trabajando todos en conjunto, los colombianos vamos a respirar mejor y a vivir en paz”.
También se construyó el Vivero Comunitario Gunmaku y más de la mitad de los viveros familiares. La siembra de estos árboles nativos además de proteger el pico sagrado, se convierte, en una herramienta de sostenibilidad, porque “se aporta a la reactivación económica del país, teniendo en cuenta los recursos que llegarán directamente a las comunidades”, expreso el ministro Correa
La directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Inger Andersen manifestó que “hemos tenido una increíble visita a la comunidad arahuaca. Ellos nos abrieron sus corazones, sus mentes y su hogar, este hermoso bosque, y nos mostraron lo que están haciendo, su restauración ecológica. Son una comunidad increíble, con un alma y un espíritu muy profundos”.