Margay recuperado pasó de una casa en el municipio de Bello al bosque

En su proceso de rehabilitación el equipo interdisciplinario se enfocó en enseñarle nuevamente a cazar, buscar alimento y defenderse. Después de un año y medio, el animal volvió a su hábitat natural.

En febrero de 2024, un felino silvestre de la especie margay (Leopardus wiedii) fue reportado tras un incidente ocurrido en el municipio de Bello, donde el animal, que permanecía en cautiverio dentro de una vivienda, cayó del tercer piso al segundo, terminando en el patio de una casa vecina. Ante la situación, la ciudadanía alertó oportunamente a la Policía Nacional, que activó la ruta de atención con el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación (CAVR) de Fauna Silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.

Durante la valoración inicial, el felino fue identificado como un individuo juvenil con un comportamiento inusual para su especie, evidenciado en su excesiva cercanía a los humanos, una de las consecuencias más frecuentes del tráfico ilegal. Adicionalmente, los profesionales identificaron la posible presencia de una enfermedad metabólica ósea, asociada a una alimentación inadecuada y a la ausencia de condiciones ambientales propias de la vida silvestre.

“Se realizaron pruebas genéticas para confirmar la especie. Esta hembra recibió un proceso integral por parte del equipo interdisciplinario, enfocado en enseñarle nuevamente a cazar, buscar alimento y defenderse. Después de un año y medio, logramos cerrar con éxito su proceso de rehabilitación”, explicó Andrés Gómez Higuita, supervisor del CAVR de fauna silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.

Debido a su condición inicial, marcada por la impronta hacia los humanos y las afectaciones derivadas de una nutrición inadecuada, en una etapa del proceso se contempló la posibilidad de que el margay no iba a lograr desarrollar las habilidades necesarias para sobrevivir en libertad, lo que habría implicado su permanencia en una colección viva. Sin embargo, hacia finales de 2024, el felino comenzó a mostrar una mejora progresiva y sostenida que permitió reorientar su proceso con fines de liberación.

El equipo de zootecnia y biología implementó un riguroso plan de rehabilitación enfocado en la recuperación de comportamientos naturales. Se diseñó una dieta especializada basada en presas enteras, ajustando cantidades y frecuencia según la condición corporal del animal, y se establecieron días de ayuno controlado, una estrategia clave para estimular conductas de caza y forrajeo propias de la especie.

De manera complementaria, fue sometido a un manejo estricto orientado a la reducción del contacto humano. Se limitó la interacción directa, se priorizó el manejo a distancia y se promovió un ambiente controlado que favoreciera la expresión de comportamientos silvestres. Con el paso de los meses, el individuo comenzó a evidenciar conductas clave como la búsqueda, el acecho y la caza efectiva de las presas suministradas, indicadores determinantes de que su amansamiento estaba disminuyendo y su instinto silvestre permanecía intacto.

Gracias al seguimiento constante, el equipo interdisciplinario determinó que el margay se encontraba apto para su liberación, cerrando con éxito su proceso de rehabilitación. La liberación se realizó en articulación con Corantioquia y la Reserva Natural El Globo, garantizando las condiciones necesarias para su adaptación y supervivencia en vida silvestre. 

“Estamos en el suroeste antioqueño, jurisdicción de Corantioquia. Este es un bosque de niebla, un ecosistema de alta complejidad, que cuenta con todas las características necesarias para que el individuo pueda desarrollar sus habilidades en libertad”, señaló Luis Guillermo Sierra, biólogo del equipo de fauna de Corantioquia.

El Banco de Hábitat Bosque de Niebla El Globo integra monitoreo constante de la biodiversidad, aseguramientos técnicos, legales y financieros, así como acciones continuas de conservación y restauración, que permiten que especies como el margay encuentren nuevamente un hogar seguro.

“Esta reserva cuenta con la protección de la fauna y la flora, y conserva importantes fuentes hídricas, por lo que el margay tiene aquí todas las condiciones ideales para su vida silvestre”, afirmó Francisco Bayer, guardabosques de la Reserva Natural El Globo.

Este caso evidencia, una vez más, la grave problemática del tráfico ilegal de fauna silvestre, una práctica que pone en riesgo la vida de cientos de animales, afecta los ecosistemas y constituye un delito ambiental. Los felinos silvestres, como el margay, cumplen un papel fundamental en el equilibrio de los bosques y no deben ser privados de su libertad.

El Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de fauna silvestre del Área Metropolitana es un proyecto que se desarrolla en convenio con la Universidad CES.

Notas y Noticias

Somos Doris Gómez y Juan Fernando Alzate, periodistas de la ciudad de Medellín - Colombia. Directores del medio digital notasynoticiasenred.com

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