Los páramos del Almorzadero y de Santurbán serán intervenidos por BBVA Fiduciaria

El proyecto comtempla la conservación de ocho hectáreas de páramo y la siembra de 1.200 árboles nativos como restauración activa.

Colombia alberga el mayor número de páramos del mundo, ecosistemas esenciales que proveen cerca del 70% del agua potable del país. Su cuidado no es solo una responsabilidad ambiental, sino una necesidad urgente para garantizar la seguridad hídrica de millones de colombianos.

Ubicados, en lo más alto de la cordillera oriental, donde nacen las fuentes de agua que abastecen a miles de personas, un nuevo esfuerzo de conservación comienza a tomar forma. Dos ecosistemas estratégicos —el Páramo del Almorzadero y el Páramo de Santurbán— serán intervenidos con acciones de restauración que buscan proteger una de las riquezas naturales más importantes de Colombia: sus páramos.

Con esta visión, BBVA Fiduciaria desarrollan nuevas estrategias de intervención en territorios clave de Norte de Santander, específicamente en los municipios de Chitagá y Cácota, donde habitan más de 20.000 campesinos, donde se implementarán acciones de restauración en estos ecosistemas vitales no solo para la conservación del medio ambiente, sino para darle vida al vital líquido

“Esta iniciativa que anunciamos hoy para Santander es un paso más hacia la conservación de un recurso vital como lo es el agua y se enmarca en nuestro compromiso por contribuir a la construcción de un mundo más sostenible e inclusivo. Esta intervención que beneficiará a más de 20.000 habitantes de la zona de los páramos en Santander es posible gracias a la unión con organizaciones ambientales como Biocuenca y a los recursos que destinamos a través del Fondo Páramo, una alternativa de inversión donde destinamos el 25% de la comisión de administración para financiar directamente este tipo de intervenciones” dijo Mauricio Wandurraga, presidente de BBVA Fiduciaria.

Restaurar lo esencial: agua, biodiversidad y comunidad

El proyecto del banco español, proyecta la conservación de ocho hectáreas de páramo, además de la restauración activa de otras dos, mediante la siembra de 1,200 árboles nativos. La actividad también incluye jornadas de educación ambiental dirigidas a los habitantes de la región con el objetivo de fortalecer la conciencia comunitaria frente a los efectos del cambio climáticao y la deforestación.

Durante el año 2024, una iniciativa similar ya había sido implementada en Santander, en los municipios de Suratá, Charta y Tona, con la siembra de 1.800 árboles de 12 especies nativas.

Gracias a estudi0s hiidrológicos se estima que las hectáreas restauradas pueden llegar a regular entre 1.500 y 3.000 metros cúbicos de agua al año, beneficiando de manera directa la ceunca del río Tona, necesario para el abastecimiento de Bucaramanga y su área metropolitana.

Foto: Mauricio Wuandurraga, presidente de BBVA Fiduciaria

“Este tipo de proyectos no solo fortalecen la resiliencia ecológica del país, sino que evidencian el potencial transformador de alianzas entre comunidades, organizaciones especializadas y sectores que encuentran en la sostenibilidad un camino legítimo de impacto. Nuestra contribución, a través del Fondo Páramo, busca ser parte de una solución estructural, desde el territorio y es una invitación abierta a seguir construyendo desde la acción. Porque cuidar el agua no es una tarea futura: es una urgencia del presente”, puntualizó Wuandurraga.

Notas y Noticias

Somos Doris Gómez y Juan Fernando Alzate, periodistas de la ciudad de Medellín - Colombia. Directores del medio digital notasynoticiasenred.com

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