Del 3 al 9 de abril, en San Antero, se celebra la versión XXXIII del Festival Nacional del Burro, entre lo pagano y lo religioso
En la Plaza de Mercado Municipal, del municipio de San Antero (Córdoba), se realizo la presentación del más autentico de los festivales, El Festival Nacional del Burro, que llega a su versión XXXIII. El mas pachanguero y religioso de los eventos, se realizará del 3 al 9 de abril
En la Semana Mayor, donde el burro es el rey. Los habitantes de la población ubicada en la desembocadura del a río Sinú, cuyo nombre se debe a sus cerros, que se encuentra a 70 Km de Montería, se olvida de las penas, y hacen del noble animal el eje de un evento, que se inicia el lunes santo con una alborada musical, recorriendo con una banda de viento las principales calles del municipio, luego el pueblo se viste de colorido con la gran parada folclórica que reúne a más de 50 comparsas entre locales y otras de la región, resaltando todas esas mezclas de ritmos afrocolombianos que identifican a la comunidad.
El Sábado de Gloria se lleva a cabo el esperado paseo de Judas: Judas arrepentido por la traición cometida contra su maestro decide dejar sus bienes repartidos entre sus mejores amigos a través de un testamento redactado con picardía y sarcasmo el cual es leído en sitios estratégicos haciendo reír a todos los acompañantes a este paso a el cual se unen los conjuntos de gaitas, bandas de viento y la algarabía de jóvenes, mayores, turistas y personas la mayoría en burros y otros a pie con el gozo de acompañar a Judas a su horca y quema por haber vendido a Cristo.
Después del juicio de Judas, el Festival continúa en una gran fiesta donde se hacen diferentes concursos alegóricos al burro y a todo lo que nos identifica en cuanto a costumbres, de estos concursos se resaltan los más importantes como: Rodeo de brinco o corcoveo, desfile en tarima de burros y burras disfrazados, este es el concurso más llamativo del Festival, donde se disfrazan todos los burros con el fin de darle a este evento un matiz de elegancia y alegría, los animales son disfrazados teniendo en cuenta el medio local, personajes de farándula y políticos de moda; dando un toque de jocosidad a el evento. Luego del desfile se elige el nuevo burro Rey y la burra Reina del Festival Nacional del Burro.
La historia
Dicen, que en 1925 a don Remigio Massa, oriundo de Palmito, Sucre, se le ocurrió la idea de hacer un muñeco del tamaño de un hombre y le puso por nombre Judas Iscariote, con el propósito de rememorar este pasaje de la vida y muerte de Cristo. En ese entonces la comunidad adornaba los burros con flores y salían montados en ellos por las calles del pueblo, escoltando la banda de músicos de viento y a Judas, quien por su traición era llevado a un sitio en el que sería colgado y quemado.
Este en un acto de arrepentimiento, hace un testamento donde incluye como herederos a sus mejores amigos, dicho testamento se redactaba con un sentido sarcástico y durante el paseo era leído en sitios estratégicos. Luego de concluido el paseo, había un receso, y a las ocho de la noche del sábado de Gloria, se daba cumplimiento a la condena colgando y quemando a Judas ante el público, como un castigo por la traición cometida contra Cristo, concluida la pena se daba comienzo a un fandango que duraba hasta el amanecer.
En 1987 la cultura en San Antero tomó un derrotero distinto, pero sin apartarse de sus raíces, cuando un grupo de personalidades amantes de ella, los creadores del Festival tomaron esta decisión quizás motivados por una serie de eventos que periódicamente se venían celebrando en otros pueblos. Propuesta muchas, como: un homenaje al mar o al cangrejo, otros se les ocurrió rendir homenaje al caballo, mucha discusión y nada de nada. Ajá, hasta que un día el Licenciado Cristóbal Correa Carvajal secundado por Armando Cabezas llegaron con la propuesta de hacer un festival en honor al burro, como un reconocimiento al compañero del campesino sananterano en el acarreo de los productos que cosechaban en sus parcelas.
después de varias discusiones al respecto no lograron ponerse de acuerdo y al parecer los ánimos se enfriaron, pero ya había una inquietud creada, por eso no se sorprendieron cuando un día el Licenciado Cristóbal Correa Carvajal secundado por Armando Cabeza llegaron con una propuesta, la de hacer un festival en honor al burro, como un reconocimiento a la labor que este ha cumplido al lado del hombre desde los inicios de la creación, y en una forma especial por su contribución en el agro, ayudándole al campesino sananterano en el acarreo de los productos que cosechan en sus parcelas.
El homenaje al burro se origina en varios aspectos: uno de ellos es la importancia de este animal en la apertura de los caminos que nos han llevado al desarrollo que hoy tenemos, donde este se convirtió en un vehículo para el intercambio comercial y el esparcimiento de las diferentes culturas, otro factor es la compenetración que a nivel local ha existido entre el burro y los agricultores. Y desde los años veinte del Siglo pasado fue escogido por los Sananteranos como principal protagonista en la celebración del paseo y quema de Judas Iscariote.
Pero, en el festival más auténtico del país, también se puede disfrutar de las comidas típicas en carpas especiales, concursos como cuentos tradicionales, vara de premios, “zoorrebusneo”, venteo de chipi chipi, el mejor comedor de cangrejos, el mejor pelador de mangle, mejor estampa del burro, piladoras de arroz, Pa’ que disfrutes.
¡Anda niño!, que también vas a encontrar lo mejor del talento local y regional en la más impresionante muestra artesanal, música, teatro, danza y exponentes de la tradición oral. Y pa’ el cierre un Fandango popular.
