Ya perdí la cuenta de las veces que me han preguntado en qué momento comencé a leer tanto. Lo bueno de las preguntas repetidas es que te obligan a pensar y repensar la respuesta. Al principio parecía bastante sencilla: leía porque vivía en una finca, no tenía vecinos ni...
Por los que me cerraron las puertas laborales en las narices únicamente por tener las uñas rojas y el pelo demasiado largo y demasiado rubio. Por los que no me escucharon con atención por andar mirándome el escote. Por los que órdenes, no en función de su conocimiento, sino...
