El 14 de febrero de 1972, se inaguró la Escuela en el barrio Popular, era la primera vez que había un establecimiento de educación pública en este sector. Se inició la adecuación del terreno y empezó a funcionar la escuela en una caseta que prestó la Acción Comunal del barrio. La obra comenzó siendo animada por la comunidad religiosa de las Siervas de San José, con la asistencia de 140 estudiantes. El día 27 de Marzo de 1972 fue dado el decreto de apertura de la Escuela Fe y Alegría. En el año 1989, asumen la dirección del colegio las religiosas, Escolapias. En 1991, La Congregación de las Religiosas de Jesús – María asumieron la dirección de la Escuela y del Hogar Infantil Burbujas. El 10 de octubre de 1997 se aprobó la educación básica hasta el grado 9º y la escuela pasó a ser Colegio. A partir del año 2002, por lineamientos del Ministerio de Educación Nacional, se integra al Colegio Fe y Alegría Popular N° 1 la Escuela Urbana Fe y Alegría Popular N°2, y se denomina Institución Educativa Fe y Alegría Popular Nº1.
Hace exactamente 25 años la superiora de la Congregación de las Religiosas de Jesús – María, nombró como rectora de la Institución a la hermana María Eugenia Echavarría Álvarez, encomendándole la difícil tarea de guiar su buen rumbo. «Esto ha cambiado todo, en esa época esto era una pelea continua, los carros no podían subir, aquí era terrible vivir. A las 6 de la tarde los carros tenían que tener las luces prendidas. Los muchachos aspiraban a pertenecer a los combos de los barrios porque según ellos estudiar no daba plata. Desde ahí empecé a traer gente de otros colegios para que hablaran con ellos, logrando cambiar la mentalidad. Ahora tenemos exalumnos que son profesionales y tienen un proyecto en el colegio de formación de padres», manifestó la hermana.
La institución educativa Fe y Alegría-Popular N°1, atiende una población que oscila entre los 1990 y 2000 estudiantes distribuidos en 6 grupos de transición, 20 de primaria, 3 de modelos flexibles y 14 de básica secundaria y 5 de media.
Los principios y fundamentos que orientan la acción de la comunidad educativa en la institución están basados en la filosofía de educar desde el amor para transformar vidas, igualdad de oportunidades para todos, educación que brinda capacitación a los niños y jóvenes para la autoformación, que les permita ser sujetos de su propio progreso, tener la posibilidad de definir sus problemas, de buscar soluciones y de elegir responsablemente sus propias opciones.
«No es el espacio lo que determina que eres y que aprendes, eres tú, porque debajo de un árbol también aprendes, es tu voluntad. El mayor reto es el compromiso de nosotros los educadores y también los padres de familia, porque la familia en este momento sino cambia no vamos a tener una sociedad diferente» manifestó la hermana María Eugenia.
Desde la institución educativa, se hace un llamado y un alto en el camino para comprender que se puede educar desde el amor, ya que todo ser humano tiene una fibra que se puede tocar para cambiar su realidad. Para esta comunidad educativa ningún caso es un caso perdido, por eso imparten su educación a partir de la exigencia desde el amor, con respeto hacia la diferencia por el otro.