EPM avanza en un 98 % en obras de ampliación y modernización de la infraestructura eléctrica en el Oriente, por medio del proyecto Solución a la alta cargabilidad del Oriente antioqueño (SACOA), en sus etapas 1 y 2.
“EPM está comprometida con la prestación del servicio de energía eléctrica con continuidad, calidad, cobertura y disponibilidad en el Oriente antioqueño, para contribuir al desarrollo sostenible de la subregión y bienestar de las comunidades, en un territorio con un dinámico crecimiento”, indicó John Maya Salazar, gerente general de EPM.
Las obras del proyecto SACOA, en sus etapas 1 y 2, comprenden la ampliación y modernización en las subestaciones de energía Córdova, Oriente, Rionegro y Piedras Blancas, así como, la expansión de las redes canalizadas subterráneas de 44 kV (de 2 kilómetros de extensión) y 13.2 kV (de 6,2 kilómetros) asociadas a la subestación Córdova en Rionegro.
Estos trabajos se cumplen en los sectores de la glorieta del aeropuerto José María Córdova, la zona franca de Rionegro y la base aérea Arturo Lema Posada. Se estima concluirlos en el último trimestre de este año.
Dentro de la gestión social y ambiental en el proyecto SACOA, actualmente se generan 136 empleos directos. Durante lo corrido de 2024, en el relacionamiento con las comunidades vecinas a las obras, especialmente en la vereda Chachafruto, se han efectuado seis reuniones y 130 interacciones personalizadas con los habitantes de esta zona.
Pensando en el futuro del Oriente antioqueño, EPM avanza en los diseños detallados de la etapa 3 de SACOA, que consiste en la construcción de la nueva subestación Guarne a 220 kV, una línea de transmisión de doble circuito de 9,7 kilómetros de extensión, a 110 kV, entre Miraflores, Guarne y la subestación Córdova en Rionegro. Comprende, además, un nuevo transformador de potencia de 60 megavoltamperios (MVA) para la subestación Oriente de Rionegro, y 8,6 kilómetros redes canalizadas a 13.2 kV. La entrada en operación de esta nueva etapa se estima entre los años 2028 y 2029, donde se presupuestan inversiones cercanas a los 320 mil millones de pesos.
Precisamente por estos días, las intervenciones técnicas más importantes se concentran en la glorieta externa del aeropuerto José María Córdova, sitio de un alto tráfico de vehículos, cercano a la terminal aérea. Las nuevas líneas de 195 metros se están extendiendo de manera subterránea a través de un túnel, tecnología tunnel liner, que permite reemplazar el método de excavación con zanja o a cielo abierto, evitando interferencias en el tráfico vehicular, peatonal e interferir en la dinámica industrial y comercial de la zona.