Entre los dolores secretos que mueven el mundo está el lamento que sienten muchos inmigrantes: Durante años de gira por el mundo he visto en las caras del público un amor de patria que no he visto en los rostros locales. En la cara del inmigrante veo el coraje, la resistencia y la persistencia. Los inmigrantes cuando van a eventos de su país natal se recargan de la fuerza que da el recuerdo. Me gusta ver sus caras felices. Me gusta cuando llevan a personas de otros países y les explican las palabras nuestras. La alegría de quien vive afuera es compartir la vida con quien entiende la nostalgia que produce estar en una tierra que no es la suya. En portugués hay una palabra hermosa, saudade, que significa soledad, nostalgia, añoranza, todas juntas. Quizás Saudade defina lo que sienten muchos inmigrantes con ese imaginario llamado patria.
Los inmigrantes saudade tiene foto mental de la tierra que dejaron ayer. Un amigo me decía que extrañaba el olor, las calles, la gente, hasta el ruido y el desorden. ¿Por qué no vuelves?, le pregunté. Porque no creo que pueda – me dijo -, he ido varias veces y me siento extraño, las calles cambiaron de sentido, los lugares a los que iba ya no existen o están otras personas, y realmente mi vida y mi trabajo están acá. Cuando vuelvo a mi país voy de paseo, soy un turista. Al volver a la vida normal vivo un duelo porque siento que ya no pertenezco a mi tierra, ni tampoco a donde vivo. Soy la canción de Facundo Cabral. Soy la novela de Camus: A este país lo conozco, pero me es ajeno. Su idioma no es el mío. La patria es la lengua, decía Márai.
Cuando viene alguien de visita – Continúo -, trato de justificar mi vida lejos de los míos. Acá pagan mejor, acá respetan las norma, acá hay salud, seguridad, empleo, o si los llevo a un parque les digo: «ellos acá hicieron»… «ellos acá piensan que…». Ellos acá, no yo, no nosotros, porque, aunque llevo años en este país, pago impuestos, soy nacionalizado, me aceptan y me reconocen, no pertenezco. Cuando estaba allá no me emocionaban los símbolos del país. Ahora, las notas del himno me saben a los frijoles de mi abuela, y una cumbia me huele a café.
Abracemos al inmigrante, porque ser inmigrante es dudar, es recordar, es caminar con desconfianza, es tratar de encajar, es preguntar, es comparar, es hacer trámites, es hacer trabajos que nadie quiere hacer, es tener varios empleos, es mandar divisas, es aprender otro idioma, es evitar a veces a la policía, es agachar la cabeza, es arriesgar, es soñar, es ver videos en You Tube, es recibir familiares, es calcular la hora para llamar, es llorar solo, es resistir, es trasnochar, es persistir, es recordar, es saudade, es caminar hacia adelante volviendo la vista atrás.
Dany Alejandro Hoyos….El Colombiano.. agosto 2022