Se inició la instalación de 80 pozos sépticos en el corregimiento San Sebastián de Palmitas. Familias de ocho veredas serán beneficiadas con este proyecto que se convierte en una solución para el manejo de las aguas residuales, toda vez que los sistemas que tienen actualmente ya cumplieron su vida útil.
¿Pero qué es un pozo séptico? Un tanque séptico es un recipiente fabricado en fibra de vidrio que se instala enterrado y tapado. Su función es recibir y descontaminar las aguas residuales que se producen en nuestros hogares cuando realizamos labores cotidianas como cocinar, entrar al baño o lavar la ropa. Cuando el agua contaminada entra al tanque los residuos sólidos van al fondo, en un proceso llamado sedimentación.
La iniciativa es liderada por la Secretaría de Gestión y Control Territorial, de la Alcaldía de Medellín y ejecutada por la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), por un valor aproximado de $623 millones. Se planea terminar en noviembre de este año.
“Con las inversiones estratégicas en agua potable y saneamiento básico vamos a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de la ruralidad. Llegaremos a un nivel de cobertura en acceso a agua potable del 95 % y también a un 90 % de cobertura de saneamiento básico. Estamos diseñando nueve sistemas nuevos en los cinco corregimientos, seis de alcantarillado y tres de acueducto”, comentó el subsecretario de Servicios Públicos, Roger Jiménez Fernández.
Muchas de estas viviendas rurales no cuentan con una disposición adecuada de las aguas residuales domésticas, las vierten sin tratamiento alguno a las fuentes hídricas, lo que genera contaminación ambiental y afectaciones a los residentes.
“Para mí el beneficio más grande es acabar con el zancudo, que realmente es un animal muy perjudicial tanto para la salud, para los niños y para el ser humano. Ese es uno de los beneficios grandes”, expresó María Nélida Correa Ortíz, beneficiaria de la vereda La Aldea (parte alta).
Después de 13 años, unos 320 habitantes de San Sebastián de Palmitas contarán con una disposición adecuada de las aguas residuales de sus viviendas para evitar los malos olores, enfermedades y la contaminación de las quebradas.
De los 30 pozos sépticos instalados hasta ahora en las veredas, 11 están en La Aldea, 12 en La Frisola, cinco en La Potrera y dos en La Suiza. También se beneficiarán los moradores de La Urquitá, La Sucia, Miserengo, Volcana Guayabal, así como la centralidad del corregimiento.
“La principal ventaja es que soluciona una problemática de alcantarillado para la población y que también son de muy bajo costo. El mantenimiento se debe hacer cuando las dos terceras partes del tanque séptico sean de sólidos y el tratamiento posterior puede ser con campos de infiltración en el mismo terreno que es fácil de hacer en las fincas o en zonas aisladas o zonas rurales”, explicó el líder de programa en Salud Ambiental de la Secretaría de Salud, Enrique Henao Correa.
La instalación de los pozos no solo contribuye con el desarrollo de las comunidades rurales, sino con el mejoramiento de su calidad de vida mediante la accesibilidad a los servicios públicos de forma amigable con el medio ambiente.