La salud en Colombia se queda sin oxígeno. Durante los dos últimos años la agenda pública ha girado en torno a las reformas, y entre ellas la de la salud ha ocupado un lugar preponderante. En su trámite por el Congreso, la Reforma a la Salud ha pasado por 3 debates durante 12 meses, en los que se modificaron 60 artículos sin lograr un consenso. Mientras tanto, la salud se desmorona día a día por la inviabilidad financiera del Sistema, condición estructural evidenciada desde hace 10 años y que se ha agudizado en el último año.
El ahogo es real. Según datos de MinSalud, en Colombia 25, 3 millones de personas están afiliadas a EPS hoy intervenidas y 6,3 millones a EPS que solicitaron del sistema, es decir, el 63% de nuestra población está afiliada a una EPS con incertidumbre sobre su futuro. En Antioquia, el panorama es aún más sombrío: más de 5,8 millones de personas, el 84% de nuestros habitantes, está en EPS intervenidas o con solicitud de retiro voluntario. Las intervenciones y liquidaciones de EPS solo han dejado pérdidas.
A la crisis de las EPS se suma la de los prestadores de servicios. El incremento acelerado de la deuda en IPS y Hospitales, tanto públicas como privadas como consecuencia del bajo nivel de recaudo, las enfrenta a graves dificultades financieras. Por ejemplo, la cartera de los Hospitales de San Vicente Fundación ha crecido 140.000 millones respecto de 2022. Esto, para Hospitales y Clínicas podría significar cerrar camas, restar oportunidad en la atención de pacientes, perder empleos. El oxígeno de los hospitales y clínicas es la liquidez.
En Proantioquia hemos promovido la Mesa de Salud de Antioquia, con participación de proveedores, prestadores, EPS, gremios y academia; voces y visiones diversas frente a la situación del sistema de salud. En este espacio coincidimos en que el Sistema puede mejorar, pero al mismo tiempo alertamos que el deterioro actual es evidente: según la Defensoría del Pueblo, hay un incremento del 42,4 % en tutelas de salud en el periodo enero-abril de 2023 y 2024, muestra de la afectación directa a los pacientes y usuarios. Mientras nos ponemos de acuerdo en una Reforma de la Salud, se requieren medidas urgentes que le inyecten recursos al Sistema y le permitan seguir operando.
Un respiro sería el ajuste de la Unidad de Pago por Capitación UPC, dado que los niveles fijados por la autoridad no fueron suficientes. De igual forma, la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas elevó un mensaje de urgencia para garantizar la prestación del servicio y solicita medidas urgentes como revisar el giro directo, liberar reservas técnicas y ampliar el cupo en los créditos de Findeter, para permitir el adecuado funcionamiento de las IPS y mantener su operación. El problema de la salud no es ideológico, es técnico y estructural y debe ser tratado como tal.
Las bancadas regionales del Congreso tienen una gran oportunidad: asegurar que estas medidas se revisen e implementen y facilitar que le llegue oxígeno al Sistema, para que una vez la situación no sea de urgencia, podamos enfocar los esfuerzos en la Reforma que el país necesita. La salud se ahoga y crece el inminente riesgo de que hospitales e IPS cierren sus servicios y despidan a su personal médico por falta de recursos para su funcionamiento básico. Estamos hablando de vidas.
María Bibiana Botero Carrera, presidencia Ejecutiva, Proantioquia…. El Colombiano..julio 2024