Se estima que en 18 meses los estudiantes, profesores y el personal administrativo de la Facultad Nacional de Salud Pública, podrán empezar a disfrutar de la primera etapa de la nueva sede que la Universidad de Antioquia empezó a construir para esta unidad académica. Esta fase constructiva incluye 25 aulas, 400 metros cuadrados de laboratorios, oficinas con 133 puestos de trabajo, una sala de reuniones, baños, un ascensor y una plazoleta principal.
«Teníamos una deuda histórica con nuestra Facultad Nacional de Salud Pública, ahora por fortuna logramos juntar fortalezas y se hará realidad la construcción de un espacio digno para una unidad académica que presta un servicio vital a toda la comunidad», dijo el rector de la Universidad de Antioquia, John Jairo Arboleda Céspedes.
«Es un anhelo histórico de la Facultad Nacional de Salud Pública que se viene trabajando hace 10 años y, pese a los contratiempos, ahora es una realidad», anotó el decano de dicha unidad académica, José Pablo Escobar Vasco, quien aseguró que, como todos los espacios de la Universidad, la nueva sede transformará urbanística y socialmente a la ciudad.
Tras ser seleccionado en el proceso de invitación pública de contratación que realizó la UdeA para la construcción de esta obra, el Consorcio San Vicente inició los trabajos que en primera instancia comprenden 22 323 metros cuadrados de construcción. «Será la obra física más importante de la Universidad en los últimos 20 años en cuanto a área nueva construida al servicio de la comunidad universitaria», aseguró Edwin Alexis Úsuga Moreno, jefe de la División de Infraestructura Física de la UdeA.
La nueva edificación estará ubicada en Medellín, en el cruce de la calle 61 —Moore— con la carrera 51 —Bolívar—, donde por años estuvo la Editorial Bedout, y tendrá tres sectores: el norte, con siete pisos; el occidente, con seis pisos; y el sur, con cinco pisos. Además, su ubicación la integrará a dos importantes apuestas de ciudad, como son el Distrito de Innovación y el Plan Parcial Jesús Nazareno, como una infraestructura sostenible que permite el manejo eficiente de los recursos hídricos y energéticos.
Funcionalidad de la primera etapa
La comunidad académica y administrativa de esta facultad podrá trasladarse allí una vez culmine esta fase constructiva, y abandonar la edificación que actualmente ocupa. «Según los cálculos que hicimos de áreas, se puede garantizar el traslado completo de las dependencias de la Facultad y proceder con la demolición de la actual estructura», manifestó Úsuga Moreno.
Aunque se deben actualizar los cálculos, la segunda fase del proyecto implicaría para la Universidad una inversión superior a los 40 000 millones de pesos, que dependiendo de la consecución de los recursos se podría dividir en varias subetapas.
Tras esta primera etapa quedaran pendientes 15 aulas, oficinas, 12 salas de reuniones, un auditorio para 420 personas, un gimnasio, un local, una zona de estudio, el Centro de recursos para el aprendizaje y la investigación —Crai—, tres ascensores y cinco baterías de baños.
Para este proyecto constructivo, «la Universidad contrató un crédito con Findeter y sumó recursos de estampilla en una licitación que incluyó también la ampliación de la Ciudadela Robledo», explicó el vicerrector Administrativo de la institución, Ramón Javier Mesa Callejas.