947 familias se benefician del desminado civil humanitario realizado por Humanity & inclusion en el territorio.
Las disputas territoriales entre los diferentes GANE y la fuerza pública llevaron al uso de Minas Antipersona (MAP), Municiones Sin Explosionar (MSE) y Artefactos Explosivos Improvisados (AEI) como estrategias de guerra, convirtieron el nordeste antioqueño en un auténtico campo minado. Estas crueles y despiadadas tácticas de guerra dejaron una profunda huella de zozobra de manera particular en el municipio de Yalí, forzando a la población local a vivir con el constante peligro de estos artefactos explosivos.
En octubre de 2022, con el apoyo de la organización de solidaridad Internacional independiente, Humanity & Inclusion (HI) se viene trabajando en operaciones de desminado y educación en el riesgo de las minas en la zona.
Como uno de los operadores de Desminado en Colombia, Humanity & Inclusion (HI) recibió la asignación del municipio de Yalí en julio de 2021. Con el apoyo de la cooperación internacional y gracias al trabajo de enlace comunitario, las labores comenzaron en octubre de 2022.
13.356 mt2 de tierras que por años fueron «sembrados» «con la «Amenaza bajo los pies de los colombianos», fueron liberados del terrible artefacto que por años sembraron terror y dolor en las comunidades.
Según la Oficina del Consejero Comisionado de Paz (OCCP) las tierras fueron entregadas oficialmente a las comunidades para su pleno disfrute, uso y reintegración. En esta zona se beneficiaron 947 familias y más de 3.000 personas que hacen parte de las comunidades campesinas que allí habitan.
«Este día marca la historia de los yaliceños, porque así podremos fortalecer el desarrollo, la seguridad integral del campo. La violencia que en algún momento nos afectó quedó en el pasado, en la actualidad gozamos de nuestro territorio libre de sospechas de artefactos explosivos generando tranquilidad y esperanza para nuestros hogares», manifestó en nombre de la comunidad Nohora Moreno, presidenta de ASOCOMUNAL.
Una historia de resiliencia, fue la que se vivió en la vereda San Mauricio del municipio de Yalí, en La Guasabra, un predio familiar. Entre los años 1999 y 2000, el propietario del predio sufrió un accidente con un artefacto explosivo, que, aunque no le causó daño físico, es un recuerdo que dejó marcada su memoria. Durante esos años, la zona fue utilizada frecuentemente como punto de tránsito y campamento por diversos Grupos Armados No Estatales, quienes se desplazaban desde allí hasta la quebrada La Guasabra para abastecerse de agua.
Antes de ser «Sembrada de minas», los habitantes de la vereda usaban este sitio para la extracción de madera, pero el temor a un ‘campo minado’, llevo a la comunidad a evitar el lugar. Tras el despeje del área, la familia y las comunidades locales han comenzado a utilizarla nuevamente, principalmente para el pastoreo. Además, ahora sirve como una vía de acceso más rápida al trapiche panelero comunitario de la vereda.
“HI generó acompañamiento y apoyo brindando espacios de participación que fortalecieron el tejido social para un municipio más seguro, promoviendo la inclusión y el bienestar de nuestra comunidad”, afirma Ana Gómez de Punto Focal Paz & Democracia.
El proyecto de Atención Integral a Víctimas & Educación en el Riesgo de Minas de Humanity & Inclusion (HI) mejoró la calidad de vida de personas afectadas por la violencia armada en varios municipios mediante educación en riesgo, apoyo legal, generación de ingresos y fortalecimiento de planes de contingencia.
El programa brinda igualmente apoyo legal, además de realizar proyectos para la generación de ingresos. Igualmente, se implementan mecanismos comunitarios de autoprotección frente a la violencia y se promueven los derechos de las víctimas y persona con discapacidad
Yalí hace parte de los cinco municipios libres de sospecha de minas antipersona que ha entregado Humanity & Inclusión en el país, Puracé, Inzá, y Santander de Quilichao en el departamento del Cauca y Acandí en el Chocó.