El trabajo remunerado del hogar, dignidad ganada

En Colombia 647 mil mujeres son trabajadoras remuneradas del hogar, de las cuales solo el 17% tienen derecho a laborar en condiciones dignas,  justas y con acceso a la seguridad social

Margarita, lleva seis años como empleada en una casa de familia. A pesar de recibir un trato digno y respetuoso y un salario, diríamos justo más no de acuerdo a lo que la ley considera como salario mínimo, no ha tenido afiliación al sistema de salud y no disfruta de los servicios que ofrecen las cajas de Compensación, y menos a cumplir con una jornada laboral ¿La razón?, en el país no existía una ley que protegiera a las trabajadoras del hogar. Así la familia para la cual labora Margarita de buena fe, y de manera honesta le cancelaban lo que consideraban lo justo por las labores que realizaba en el hogar.

En Colombia, según el DANE hay más de 647.000 personas que realizan labores en hogares, pero no todas han contado con la suerte de Margarita, no todas tienen un salario digno, no cuentan con afiliación a una EPS y lo peor no tienen un trato respetuoso. Tan solo el 17% de ellas tienen acceso a la seguridad social, bien sea porque el empleador se encarga o ellas lo hacen como independientes.

Según un estudio reciente realizado por la ONU Mujeres y la CEPAL, de las 11 a 18 millones de personas que se dedican al trabajo doméstico remunerado en América Latina y el Caribe, el 93% son mujeres.

Es una realidad, en Latinoamérica las trabajadoras del hogar representan entre el 10,5 % y el 14,3% del empleo de las mujeres corresponde a esta actividad económica.

¿Qué es el trabajo remunerado del hogar?

Es el trabajo que se hace en el hogar de manera remunera, incluyendo tareas domésticas y de cuidado, todo en el marco de una relación laboral. Esto último es fundamental para distinguirlo del trabajo doméstico no remunerado realizado por integrantes de la unidad familiar.

Así, el empleo doméstico es, un trabajo cuyos actores son un o una empleada y uno o varios empleadores. Vínculo que conlleva necesariamente el cumplimiento de unos derechos y al compromiso con unos deberes de ambas partes.

Orfa Muñoz, es trabajadora remunerada del hogar, ella tiene una historia que tiene las dos caras de la moneda por la que pasan muchas mujeres en el país. Algunas veces tenía la seguridad social y claro su salario. Ahora ella labora como Dios manda y tiene todas las garantías que le van a permitir disfrutar de una pensión. “Trabajé en algunas partes donde a mí no me pagaban seguridad social. Por lo tanto, no me puedo pensionar en este momento. Y cuando tenga 58 años no puedo pensar todavía en una pensión. En este momento, yo entré aquí nunca me han fallado con mi seguridad social. Entrar acá a trabajar, eso fue como una bendición de Dios”, dice. Y mientras consciente las plantas que hay en la casa donde labora con todas las de la ley, dice: “claro, que podemos ser parte de una misma familia, pero también sabemos que tenemos derechos”, afirma mientras las riegas y las mima.

Según el Convenio número 189, de la Organización Internacional del Trabajo, todas las trabajadoras domésticas tienen derecho a un entorno de trabajo seguro y saludable en el que cuenten con plenas condiciones no menos favorables que las aplicables a los trabajadores en general de cualquier otro sector económico o categoría ocupacional.

Pero, no todo es color de rosa, porque las barreras a pesar del convenio que busca garantizar el trabajo doméstico remunerado y digno, no ha sido posible debido a la informalidad en los contratos, cuando existen.  

A pesar de la Ley 2466 de 2025 que entró en vigencia el pasado 25 de junio, que llegó con la nueva reforma laboral en Colombia y que cambia las condiciones de contratación y remuneración de las empleadas domésticas, por eso desde el mes de septiembre se debería ajustar el salario y un nuevo contrato que formalice su relación laboral. ¡Ah! Y garantizar sus prestaciones sociales, pero las barreras siguen. Según la Fundación Bien Humano y la Unión de Trabajadoras del Servicio Doméstico (Utrasd), en Colombia el 90% de los contratos de trabajo doméstico son verbales.

Notas y Noticias

Somos Doris Gómez y Juan Fernando Alzate, periodistas de la ciudad de Medellín - Colombia. Directores del medio digital notasynoticiasenred.com

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