
En el Día Mundial de las Abejas, se resalta desde la entidad la importancia de su trabajo para la protección de la especie y la seguridad de las comunidades.
Cada 20 de mayo, las Naciones Unidas declaró el día Mundial de las Abejas. Y es que el pequeño insecto, no solo produce la deliciosa miel. No señores, ellas hacen parte importante del ecosistema y su conservación. El pequeño himenóptero, realiza un proceso vital para la supervivencia de los ecosistemas, la polinización. Casi el 90% de las plantas con flores dependen de la polinización sea el transporte del polen para reproducirse. El 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen de la polinización y el 35% de las tierras agrícolas del mundo dependen de la acción que realizan las abejas.
Ahora, que entendemos el valor de las pequeñas golosas, es bueno saber también que las transportadoras del polen, tienen quien las cuide. En el Valle de Aburrá existen 23 personas que desempeñan una misión que salva vidas: recibir abejas africanizadas rescatadas para darles un nuevo hogar. Ellos hacen parte de una red impulsada por el Área Metropolitana y reciben el nombre de reubicadores.
¿Qué hace un reubicador’.. El reubicador se encarga de ofrecer un entorno seguro a las abejas Apis mellifera que han sido rescatas de entornos urbano, donde puedan vivir sin representar un riesgo para las comunidades y seguir cumpliendo su papel vital en los ecosistemas.
“Los reubicadores son piezas clave en la gestión del riesgo y la protección de la biodiversidad. Gracias a su dedicación y experiencia, logramos proteger tanto a las personas como a las abejas africanizadas, que cumplen un rol fundamental como polinizadoras. Su trabajo permite que estas abejas puedan vivir en ambientes controlados, evitando situaciones de emergencia y fomentando un equilibrio entre la naturaleza y la ciudad”, destaca Luz Jeannette Mejía, líder de la unidad de Gestión del Riesgo y Cambio Climático del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Desde 2024, se han realizado 34 visitas técnicas a los sitios de reubicación, dos cursos sobre buenas prácticas apícolas y genéticas de reinas, una capacitación en registro de actividad apícola en alianza con el Instituto Colombiano Agropecuario para la certificación en buenas prácticas y registro sanitario de predios, así como la entrega de insumos como carpas-toldo, rejillas excluidoras, entre otros, para mejorar las condiciones de estos espacios.
En el Cerro de Las Tres Cruces, ubicado en la Comuna ocho, se encuentra el apiario, donde Jorge Ernesto Muñoz, trabaja. Jorge desde hace tres años se encarga mantener a salvo no solo a las abejas, también a la comunidad. “Ser reubicador es mucho más que un trabajo, es un compromiso con la vida y los ecosistemas. Cada abeja que reubicamos representa una oportunidad para proteger una especie vital y, al mismo tiempo, cuidar de nuestras comunidades” destaca Jorge Ernesto Muñoz, reubicador de la Red del Área Metropolitana.
Cada rescate y reubicación es realizado por los municipios o el Distrito correspondiente, quienes solicitan el apoyo del Área Metropolitana cuando el caso excede sus capacidades de respuesta.
Con el propósito de garantizar el bienestar de las abejas y la seguridad ciudadana, se continúa consolidando esta red que promueve prácticas de protección, manejo responsable y educación ambiental en el territorio metropolitano.
ahora, que se sabe del valor de las abejas en el ecosistema, y que en el Área Metropolitan del Valle de Aburrá existen un grupo de hombres que se encargan de rescatar las abejas. Lo mejor es reportar la presencia de estos pequeños insectos a la Línea de Emergencia 123