
Manizales, epicentro del ron colombiano y de una reserva natural ejemplar
Un grupo de periodistas de Antioquia visitó recientemente las instalaciones de la Industria Licorera de Caldas (ILC) en Manizales, descubriendo mucho más que una fábrica de licores: una empresa comprometida con el medio ambiente y una región que respira sostenibilidad.
Reconocida por sus marcas insignias como el Ron Viejo de Caldas, la ILC ha conquistado paladares en Colombia y el mundo. Sin embargo, uno de sus mayores orgullos es la Reserva Natural que poseen, una joya ambiental de 270 hectáreas que demuestra que la industria puede ser sinónimo de conservación.
Una reserva que conserva y produce vida
Ubicada a tan solo 20 minutos del centro de Manizales, esta reserva se extiende entre los 2.300 y 2.700 msnm y alberga 68 nacimientos de agua, más de 249 especies de aves, 141 especies de flora y una gran variedad de fauna nativa. Además, contiene 24 hectáreas de Roble Blanco Colombiano (Quercus humboldtii), cuya madera se utiliza para fabricar las barricas donde se añeja el ron.
Este ecosistema también alberga una joya botánica: el Anthurium caldasii, una especie de anturio negro recientemente descubierta. La reserva cuenta además con un sendero ecológico de 3,4 km llamado “Los Secretos de los Licores”, que ofrece una experiencia educativa sobre sostenibilidad, biodiversidad y tradición licorera.
“Tenemos un añejamiento a 2.200 mts de altura sobre el nivel del mar, siendo un añejamiento mas tranquilo; además todos nuestros productos los producimos con agua de manantiales que vienen de la reserva ecológica que es propiedad de la Industria Licorera de Caldas y el añejamiento en las barricas de roble blanco colombiano con el cual manejamos también un programa de reforestación”, señaló Jaime Andrés Mejía, Gerente de Mercadeo y Ventas de la ILC.






Licores con sello mundial
Jaime Andrés Mejía, gerente de Mercadeo y Ventas, resaltó el reto de posicionar las marcas de la ILC como productos de talla internacional: “Queremos que el Ron Viejo de Caldas sea reconocido en cualquier lugar del mundo. Competimos con grandes compañías, pero tenemos calidad, origen y sostenibilidad”.
La ILC no solo produce con altos estándares de calidad, sino también con respeto por el entorno. Toda el agua que utiliza proviene de manantiales propios, y su programa de reforestación garantiza la renovación del roble blanco. Además, cuentan con una planta de compostaje y una iniciativa de transformación de vidrio reciclado en arena para usos constructivos y ecológicos.
Con esta visión integral, la Industria Licorera de Caldas reafirma su papel como referente nacional en la producción de licores y en la gestión ambiental empresarial.