
En su compromiso con las comunidades cercanas a las centrales y embalses de generación de energía, EPM ha firmado tres nuevos convenios con municipios y organizaciones para impulsar proyectos productivos, turismo sostenible, desarrollo comunitario y educación en las subregiones del Norte, Nordeste y Oriente de Antioquia.
Alianzas para el Desarrollo: una estrategia sostenible
Desde 2016, esta iniciativa de EPM busca promover la sostenibilidad territorial mediante acuerdos de colaboración con administraciones municipales y entidades locales. En las subregiones del Norte y Nordeste, donde operan hidroeléctricas como Porce II, Porce III, y Guadalupe IV, se firmó un convenio con 12 municipios de la cuenca Porce: Amalfi, Angostura, Anorí, Belmira, Carolina del Príncipe, Entrerríos, Gómez Plata, Guadalupe, San Pedro de los Milagros, Santa Rosa de Osos, Yarumal y Yolombó.
Este acuerdo se centra en cuatro líneas: fortalecimiento comunitario, apoyo a proyectos productivos, procesos educativos a través de la cultura y el deporte, y promoción del turismo sostenible. Estas acciones contribuyen al desarrollo económico, social y ambiental de las comunidades rurales.
Convenios en el Oriente antioqueño
En la subregión del Oriente, donde se ubican las centrales Guatapé y Playas, se estableció un convenio con nueve municipios, entre ellos Alejandría, Concepción y San Carlos, para mejorar prácticas agrícolas y sistemas productivos. Además, EPM se alió con la Corporación Prodepaz para fortalecer competencias socio-ambientales y liderazgos comunitarios en áreas de influencia de las centrales.
En los próximos días, se firmará un acuerdo adicional para impulsar la educación en el Oriente antioqueño.
Impacto y resultados previos
En años anteriores, estas alianzas beneficiaron a más de 1.600 productores campesinos con asistencia técnica en cultivos de café, cacao y ganadería sostenible, y fortalecieron 35 organizaciones sociales en aspectos empresariales y de mercadeo. También se apoyaron 589 juntas de acción comunal con formación en normatividad y planes de desarrollo, y se beneficiaron más de 24.000 niños y jóvenes en programas educativos avalados por la OMS.